Para quien no sabe nada acerca del au tor de estas líneas, sería difícil adivinar cuándo o dónde fueron compuestas. Po dría haber sido cualquiera de nosotros, en cualquier primavera de nuestras vidas, en cualquier lugar con jardín en el que hayamos pasado, aunque sea, unos días de pri mavera. ¿No es cierto que hasta el más ma drugador resulta sorprendido por los amaneceres tempranos de la estación? ¿No he mos ponderado alguna vez, después de ha ber admirado las flores del jardín, cuántas habrán caído con la tormenta de la noche? Más aún: el poeta, deliberadamente no menciona quién es que duerme en primavera y no advierte la aurora, ni quién escu cha sonidos de viento y lluvia. ¿Es él mis mo, o hace alusión al sueño del lector? ¿Quién escucha los sonidos de viento y llu via? ¿Es el autor? ¿El lector? ¿O son ambos interfundidos con el paisaje mismo? Lo cierto es que el poema logra transmitirnos el espíritu de la mañana, y la lluvia de la noche de primavera. Y aunque no se men ciona sentimiento alguno, los evoca en lo profundo de nosotros mismos y nos transporta instantáneamente a la escena.
Hay algo especial en poder compartir el espíritu del momentum y los sentimientos evocados a través de este poema, tal como si estuviéramos conversando con el autor, a quien sentimos casi como a un viejo amigo íntimo. Porque aunque podría ser cualquie ra de nosotros, su autor, Meng Hao-ren, vivió en China entre los años 689 y 740 de nuestra era. Lo que nos sucede no es ca sual. En esto reside la esencia misma no só lo de la poesía, sino de todo el arte chino. La poesía china no consiste en "simple mente palabras". No se trata de decir cosas bonitas, o de apelar a cierta sensibilidad emocional. Aunque invariablemente estos poemas tienen una gran belleza, esto es un resultado ineludible pero no la meta busca da, de la misma forma que un pino cente nario no busca ser bello: es parte de su na turaleza, es la manifestación de su espíritu de vida. La esencia de la poesía china es, precisamente, la transmisión del espíritu de vida, tal como resulta manifestado por un evento, y de los sentimientos que este even to despierta. El poeta, mediante la práctica de un camino espiritual, llega a hacerse uno con el Universo y, luego de asimilar esta experiencia ontológica, la expresa a través de su poesía. Al igual que la pintura y la cali grafía –sus dos compañeras casi insepara bles– la poesía es en sí misma un camino espiritual. Con frecuencia tenemos que comprender ya sea el Budismo o el Taoísmo a través de la poesía, y no la poesía a través del Budismo o el Taoísmo.
Así como la cultura china es la única en la historia de la humanidad con una tradi ción ininterrumpida de más de seis mil años, su poesía es tal vez, la única en la historia de la poesía con una tradición inin terrumpida de no menos de tres mil años. Una tradición con fuertes raíces filosóficas y espirituales –además de, naturalmente, procedimientos "técnicos" en cuanto a sin taxis, composición, etc.– enriquecida a lo largo de tres milenios por la evolución de una cultura que se mantiene conscientemente ininterrumpida.
Fundamentos filosófico-espirituales
El pensamiento chino
Hay un tipo de pensamiento y filosofía, a los que en China se los denomina: el pensamiento chino. La razón por la que se lo llama así es porque se distingue nítidamen te de los pensamientos de otras culturas, de la misma forma que en invierno, distingui mos inmediatamente un pino siempre ver de entre los árboles que han perdido sus hojas. Es también, la base común de la gran mayoría de las escuelas filosóficas chinas.
La idea central de este pensamiento es la del Justo Medio, de la que la misma China deriva su nombre, que en chino es: El País del Medio (Ch'ung Kuo). Justo Medio signifi ca no caer en los extremos de ningún tipo de dualidad ya que, los opuestos son necesaria mente complementarios e interdependientes. Por el contrario, es necesario mantener se en el punto de equilibrio entre ambos. Esta idea aparece en textos tan antiguos como el / Ching, el Canon del Cambio (o Libro de los Cambios, como se lo conoce popular mente en Occidente), el libro más antiguo de la humanidad, donde encontramos que:
Un Yin y un Yang (unidos) se llama Tao.
I Ching
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